La halterofilia llegó a Alzira no con la fundación del club, que se produjo en 1962, sino desde que Julián Perea y otros aficionados al levantamiento de peso establecieron las bases para la creación de lo que se llamó C.H. Sagrada Familia (barrio alzireño en el que vivía Julián).

Hablar de la halterofilia en Alzira es hablar de Julián Perea. Este fabricante de campeones nació en Campo de Criptana (Ciudad Real) aunque a los ocho años se estableció con su familia en Guadassuar (Valencia), localidad a 5 kilómetros de Alzira. En esta población empezó a cultivar su amor por los deportes de fuerza. El boxeo, la lucha libre y por supuesto la halterofilia. Por medio de una revista empezó a practicar y sobre todo a admirar a Antonio Climent, campeón de España y natural de Gandia. “Viendo las fotos yo practicaba con unos botes de aceitunas que llenaba de pasta y los juntaba con un palo de madera que se me rompía a menudo”. Con motivo de su boda se trasladó a Alzira y “me compré una moto Torrot con la que mi iba a Gandia”. Allí Climent y Vicente Negre le dieron sus primeras clases durante un mes.

Conocedores de los primeros conocimientos adquiridos por Perea, Francisco Masià, Florencio Gómez y otras personas instaron a Perea a formar un club en Alzira. “El párroco Vilar, que tanto hizo por el barrio, nos cedió un corral en l’Alquerieta que fue nuestro primer local. Allí llenábamos cubos con porlan, los cuales dejábamos caer por el peso y nos enfadábamos porque se nos rompían las pesas.

Era habitual tener un saco de porlan para las pesas de repuesto”. Vicente Jiménez y Juan Borràs fueron los primeros miembros que se agregaron al club junto a los fundadores. “Sabedores que en Cullera iban a hacer una exhibición cuatro valencianos que eran campeones de España, Dionisio Bru, Rafael Aleix, Ramón Sorribes y Andrés Noguera, les pedimos que nos hicieran una demostración particular. Fue Bru quien más caso nos hizo. Nuestros miembros ya asombraban porque con 52 kilos de peso Florenciet levantó 85 y le auguraron que podía ser campeón”. Dionisio Bru les instó a que se federaran y por mediación de él adquirieron una barra “que se dobló al mes siguiente”.

Estos inicios siempre complicados tuvieron pronto su recompensa. Los años 1965 hasta 1969 fueron dominados en el peso mosca (52 kilos) por Salvador Amat, Vicent Calatayud fue campeón en 1969 y 70 y subcampeón en 1968 y 1971.

Juan Cebolla quedó campeón en Zaragoza del criterium nacional copa Presidente de infantiles. “En la cual se premiaba por peso levantado y no por categorías como ahora”.

En 1972 el club participó en la Copa Generalísimo en Zaragoza finalizando en la cuarta plaza.

Tras años más flojos apareció Paco Llinares quien poseyó todos los récords provinciales y Tomás Sarrió que ganó medallas de plata y bronce en los nacionales juveniles. Culebras y David Martí también consiguieron varios campeonatos de España, así como Toni Gordó que lo fue por dos veces en la categoría de 90 quilos en los años 1982 y 83.

En 1988 empezó el reinado absoluto del mejor levantador de España de todos los tiempos, Lorenzo Carrió. El alzireño ha sido campeón de España diecisiete veces, el primer haltera en acudir a una olimpiada y el primero que superó los doscientos kilos en barra. Juan Carlos Presencia le acompañó en la elitista residencia Blume de Madrid y ha sido el campeón nacional de la máxima categoría hasta hace cinco años. La pequeña de los Carrió, Mónica también dominó el panorama nacional en la categoría femenina y fue la primera haltera en acudir a unos Juegos Olímpicos, los de Sydney’2000, donde acabó en la novena posición. Mónica se proclamó campeona del mundo junior en 1995, título al que precedieron los de la Unión Europea, un quinto puesto en el Mundial absoluto cuando contaba con edad junior, así como plata (1998) y bronce (1997) en arrancada durante los mundiales respectivos, por no hablar de los múltiples records nacionales e internacionales en su posesión.

La siguiente estrella del club alzireño fue Estefanía Juan quien se proclamó en julio de 2000 campeona del mundo junior “por lo cual debería haber recibido la insignia de oro de la ciudad”, apostilla Perea. Antes ya se proclamó campeona de Europa infantil, subcampeona absoluta de Europa y batió 63 records nacionales y 30 internacionales con sólo 15 años, Ahora con 19 sigue sumando títulos y acumulando casi cien medallas.

No le queda muy a la zaga la última promesa consolidada. En el 2000, Gemma Peris ha sumado a su extenso palmarés el campeonato de España individual y por Federaciones, el de la Unión Europea, el Europeo junior y un subcampeonato del Mundo junior.

A todas estas personalidades se unen los Javier Lairón, José Vicente Juan Tello, Dani Giménez y tantos otros que seguirán dando medallas y títulos a la ciudad de Alzira.